El Buen Pastor - Norman Oklahoma
El Encuentro que Cambio mi vida Carlos Caceres

El Encuentro que Cambió Mi Vida

¡Yendo del Desastre a una Cena Transformadora!

¡Su mundo está hecho pedazos! Las promesas que Satanás le hizo han sido más destructivas de lo que pensaba. Y en medio del desastre su mente está agobiada con preguntas como estas:

¿Hay esperanza o ya no la hay?

¿Tengo amistades con quienes todavía puedo contar o todos me han abandonado?

En medio de la aflicción, en medio de los pedazos de su mundo, ¡hay buenas nuevas! No importa la severidad del desastre en que su mundo se encuentra o que tan obscura parezca la situación, ¡hay esperanza!

Esa esperanza viene a través de esta pregunta: ¿Está ocupado este asiento? Lea Apocalipsis 3:20 para ver quien es el que nos está preguntando y ofreciendo esperanza especialmente en los momentos más difíciles.

En este versículo podemos ver que el que nos está preguntando y ofreciendo esperanza es Jesucristo. Él es quien está tocando a la puerta de nuestra vida porque quiere comer con nosotros. No como un extranjero o un visitante, sino como un amigo cercano. Y a todos los que le abren la puerta, promete darles una cercanía restaurada con él.

El hecho que Jesucristo esté tocando la puerta de nuestro corazón significa que él nos está invitando a pasar tiempo con él. Nos está preguntando

¿Está ocupado este asiento?

Pero ¿qué haremos con esa invitación? Es posible que en medio de nuestro dolor no confiemos en esta invitación porque la última vez que confiamos en una invitación similar, terminamos tratando de recoger los pedazos de nuestro mundo. Pero les quiero asegurar que esta invitación es diferente. La invitación que Jesucristo nos hace no solo es una invitación de pasar tiempo con él, sino que es una de restauración.

  1. En Apocalipsis 21:5 vemos que él hace todo nuevo;
  2. En Jeremías 29:11 vemos que él tiene un plan de paz para nuestras vidas;
  3. Y en Hebreos 8:12 vemos que él perdona nuestros pecados de tal manera que no se acordará de ellos.

Si hemos permitido que Satanás se siente a nuestra mesa, sabemos que todo lo que ha hecho es destruir.¿Qué tal si esta vez, abrimos la puerta de nuestro corazón y dejamos que Jesucristo entre, se siente a nuestra mesa, y le damos la oportunidad para que transforme y restaure nuestra vida?

Cuando Satanás y Jesucristo le pregunten: ¿Está este asiento ocupado? ¿A quién le dará el privilegio de sentarse a su mesa? Recuerde, solo uno de ellos se puede sentar con usted y su respuesta determinará si su mundo estará hecho pedazos o si estará lleno de paz. Si lo encuentra difícil de decidir, espero que pueda recordar estas palabras de Jesucristo en Juan capítulo 14 versículo 27:

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Carlos Caceres  

Visita Nuestra Iglesia