El Buen Pastor - Norman Oklahoma
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¿Está ocupado este asiento?

Como vas de una cena,. al desastre!

Está en una mesa listo para comer o tomarse un café, cuando de repente oye estas palabras: ¿Está ocupado este asiento? Al oír esta pregunta, ¿Cuál es su reacción inicial? ¿Cómo respondería a esa pregunta?

Aunque se acostumbra oír esta pregunta, hay ocasiones en que esta pregunta se nos hace de forma física.  ¿sabía usted que hay alguien que nos hace esta pregunta constantemente y de manera espiritual? En En Génesis capítulo 3 versículos 1-13  encontramos a Adán y a Eva enfrentados con esta misma pregunta de manera espiritual. Los invito a leer esos versículos en este momento.

Adán y Eva habían “salido” a comer y disfrutar del día. Cuando en eso, enfrentan una situación que los dejó lamentando la decisión que habían tomado. Vaya a los versículos 22-24 del capítulo 3 para ver los resultados de esa decisión. En estos versículos, Adán y Eva perdieron el privilegio de continuar viviendo en el jardín del Edén.

¿Cuál fue el comienzo de este fin? Todo comenzó con una simple pregunta ¿Está ocupado este asiento? Satanás no les hizo esta pregunta a Adán y Eva directamente, sino de una manera indirecta. Y aunque la pregunta en si no trae peligro, el peligro está cuando es Satanás quien está preguntando.  

El autor  Louie Giglio escribió un libro titulado “No le Des al Enemigo un Asiento a Tu Mesa  que nos ayuda a recordar que Satanás siempre está buscando una manera de ser parte de nuestras vidas para destruirlas. Pero nosotros podemos decidir si se sienta a nuestra mesa o no. Cuando Adán y Eva permitieron que Satanás se sentara con ellos, él les presentó un argumento bien interesante que en la superficie  tenía validés. Lo que Satanás les presentó fue que el simple hecho de comer el fruto no era malo, ni era pecado. Leamos los versículos 4-5 de nuevo. En su libro Louie Giglio describe esta táctica de Satanás de esta manera:

“El pecado a primera vista puede parecer como algo bueno. Aún como algo que ayuda. Nos inclinamos a creer que los pensamientos de tentación en nuestras mentes son una solución a las presiones que estamos enfrentando. Pero cuidado.”

Lo que Satanás convenientemente eliminó de su argumento fue que el pecado estaba en desobedecer a Dios.

La próxima vez que Satanás se acerque a su “mesa”, a su vida, y le pregunte: ¿está ocupado este asiento? Espero que pueda recordar esta manera en que Louie Giglio  describe el pecado.

“El pecado no es tu amigo. El pecado no está a tu lado. El pecado no te va a respaldar. El pecado no es la solución mágica que dice ser. El pecado es una ilusión que siempre sobre promete y nunca cumple.”

1 Pedro 5:8 nos advierte de esta manera: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”

Espero que podamos prestar atención a esta advertencia y no permitir que Satanás tenga un lugar en nuestras vidas para que en el futuro no nos estemos lamentando por haber seguido el consejo de Satanás.   

Carlos Caceres  

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